Capitulo 3: Idiotas.

Camine junto a Kari el resto del camino, Tai estaba al frente… parecía tener algo de prisa y lo entendía; frente a nosotros se encontraba un gran largo de forma irregular, mas al fondo un bosque bastante espeso; donde aun con el sol en lo alto era difícil que los rayos del sol lo iluminaran, mucho mas atrás… grandes montañas que por lo que pude ver en ese momento había tormenta en la cima, seguramente los Frigimon estarían jugando a algo. Exceptuando ese detalle me encontraba en un lugar muy pacifico.

Nos detuvimos en la orilla del lago, tanto Kari como Tai tenían sus Digivice en las manos y de un momento a otro escuche un sonido bastante artificial, era el sonido que hacia el Digivice normalmente; pero este, fue tan bajo que de seguro no lo escucharon ni Tai o Kari, y en ese momento ocurrió lo que tenia que ocurrir.

El lago empezó a dividirse frente a nosotros, aunque no tan espectacular como esa película religiosa que vi en casa de TK cuando Kari fue invitada; creo que se llamaba "Todo poderoso". Solo se dividió lo suficiente para dejar ver unas escaleras de cristal.

Tai fue el primero en bajar, seguido por Kari y yo camine detrás de ella bastante cerca, ya me había acostumbrado a esto, pero me había olvidado de un pequeño detalle, varios peces pasaban a ambos lados de nosotros mientras bajábamos y yo con el estomago vació. Pude sentir como mi garganta ardía de deseo de tener uno para mi sola justo en ese momento, penetrar con mis dientes su carne blanca y suave para saborearla lentamente, las espinas no me importaban en lo más mínimo, valía la pena.

Me hubiera gustado saber como tenia mi rostro en ese momento porque me di cuenta que Kari me estaba mirando con una gran sonrisa y casi se pone a reír cuando mi estomago gruño.

—Pronto comerás. —Me aseguro y continúo bajando.

Suspire e intente controlar mis instintos; últimamente me costaba algo de trabajo.

Luego de un rato de estar caminando pude ver el agua quedaba sobre nosotros, todo estaba seco y se sentí el aire fresco, los escalones de cristal desaparecieron cuando pusimos nuestros pies sobre el Césped suave en el fondo del lago, aunque ahora mas bien parecía un gran jardín.

Justo en medio de ese jardín esta la casa de Gennai, ha cambiado bastante en ese año, ahora contaba dos pisos y el estilo japonés casi había desaparecido, era mucho más occidental; de un lado había algunos árboles como los del exterior, talvez esto no siempre fue un lago.

Seguimos hasta llegar a la entrada principal, Tai fue el primero en tocar y esperamos… mientras tanto me quede mirando las extrañas flores que se encuentran en la entrada, ninguna flor en el mundo real era como estas, de grandes pétalos multicolor, de hecho… creo que solo crecían ahí.

La puerta se abrió y apareció el señor Gennai, aparentando una edad de 25 o 30 años en forma permanente, nos dio una calida sonrisa a los tres y nos empezó a hablar en voz baja.

—No creí verlos tan pronto…

—Nosotros también estamos felices de verte —dijo Kari en forma amenazante y luego le sonrió.

Gennai les devolvió la sonrisa y nos dejo pasar.

La habitación era muy acogedora, el piso era de madera y bastante suave, aun mantenía ese toque japonés, todo estaba limpio e impecable, todo era idéntico a mi sueño, pero al menos había bastante luz de sol.

Gennai seguía saludando a Kari cuando le llame.

—¿Disculpe señor Gennai y mis amigos? —Le pregunte haciendo que mi voz aumentara su tono a medida que terminaba mi pregunta.

El se agacho intentando estar a mi altura.

—Si te refieres a los demás digimons. —me dijo en forma amigable.

¿De quien mas podría estar hablando?

—La todos siguen durmiendo, los otros… vendrán con el resto de los elegidos, seguramente despertaran al oler el desayuno.

Tuve suerte… mi estomago no gruño en ese momento.

—Gracias… —me di vuelta. —Podré esperar.

Deje a Kari y Tai solas y busque un lugar cómodo y ante todo tranquilo. El sofá parecía ser lo indicado, así que de un solo salto me subí a lo más alto de este, Tai también ya pensó lo mismo y se sentó cerca de mí. Parecía estar pensando en algo ya que no me dirigió la mirada a pesar de lo cerca que estaba. Kari por otro lado había salido fuera de la casa, bastante cerca del pequeño estanque y miraba con interés la luz distorsionada del sol al pasar por el lago.

¿Cuanto tiempo más iban a dormir? Ya habían pasado al menos 15 minutos, ya no podía esperar mas y sin que Kari me viera fui hacia su mochila y saque las empanadas de pescado y sentí su aroma, se me hizo agua la boca y estuve a punto de morderla, pero un aleteo llamo mi atención y este se escuchaba cada vez mas cerca.

Sabía bien de que se trataba, tenía memorizado ese sonido tan peculiar, era patamon, tan pequeño y con apariencia suave, pelaje naranja y esas grandes alas que parencian ser las de un murciélago. Rápidamente metí la empanada de pescado en mi boca.

—Hola Gatomon.

Patamon me saludo y volando se fue colocando a mi izquierda, yo masticaba la empanada de pescado antes de responderle, así que mientras tanto le sonreí y le di un abrazo, era suave al tacto, casi como un peluche.

—Debí esperar que seas tu el primero en levantarse… —Le dije una vez que había tragado mi primer bocado. — Creí que luego de 6 meses estarías algo más… —Visualmente medí su estatura.
—¿Mas que?
—Nada, olvídalo… —Me levante— Oye, —Le llame casi mordiéndome los labios. —necesito hablar contigo de algo… importante.

— ¿Si? —Levanto la vista con mucho interés. — ¿Que cosa?

—Mm.… No te puedo decir ahora.

— ¿Porque no? —Parecía muy interesado y sabía que si le ponía un alto, no se apartaría de mí. —

—Porque también debo hablar con Veemon. —Note que se preparaba para volar— No me sigas.

— ¿…Es algo malo? —Su voz en verdad mostraba preocupación.

—No, no es nada malo —Dándose vuelta para ver a Patamon— Todo lo contrario, es algo bueno…

— ¿Si?

—Si —asentí con la cabeza y cruce las manos detrás de mí. —

—Gatomon…

— ¿Que?

— ¿…Te noto diferente, paso algo?

Al menos se dio cuenta… era buena señal.

—Hable mucho con Kari de… —Pensé como explicarle, pero preferí no dar ningún detalle— Muchas cosas —Le di una sonrisa fingida.

Patamon me obedeció y se quedo en la sala junto con Tai el cual no tomo importancia a la conversación.

Mientras caminaba por la casa; uno a uno los demás elegidos fueron apareciendo, llego Davis y pocos minutos después apareció Ken con Wormmon colgado de su espalda, parecía una mochila. Rápidamente Davis fue a ver a su digimon que seguía dormido, bien… mientras mas pronto se levante el dragón azul más pronto terminare esto.

Luego llegaron Sora, Matt, Yolei y sus respectivos digimons fueron hacia ellos, Gennai se disponía a cerrar la puerta pero de pronto algo empujo la puerta; era un chico de cabello rubio que reconocí al instante, era TK el cual no solo fue recibido por Patamon si no también por Kari y rápidamente le dio un abrazo para luego darle un beso en los labios; de nuevo esa sensación en mi pecho… ¿era envidia?

Mire al resto del equipo, pero me fije en el rostro de Tai que estaba fijo en Matt mientras el tomaba de la mano a sora, ambos parecían estar muy felices. No tenia dudas de que Tai seguía sintiendo algo hacia Sora, conocía su historia, al menos la que me habían contado, ahora entendía que lo que hizo Tai fue una muestra de amor al permitirle a ella irse sin poner resistencia; sabia bien que aun le dolía ver a sora con su mejor amigo, pero nunca mostraría ese rostro frente a ella. Se podría decir que se sacrifico para que ella fuera feliz, aunque el no lo fuera realmente.

Suspire, mi cabeza se estaba llenando de demaciadas cosas y debía poner todos los puntos en orden de una vez por todas. Veemon ya estaba con Davis y este buscaba el interés de Kari sin logarlo, aproveche ese instante para hablar a Veemon y luego con Patamon, lo único que les pedí era que me siguieran.

Me aclare la garganta y mientras ellos ponían su atención en mi y los nervios me comían viva… algo ocurrió.

Afuera de la casa de Gennai el césped normalmente verde se había teñido de diversos colores, casi como si alguien hubiera tirado varios botes de pintura, luego no césped, si no todo lo que estuviera bajo el lago quedaba de la misma forma.

Mientras yo y todos los demás empezaban a mirar el fenómeno, escuche como alguien presionaba rápidamente un tecleado, no necesitaba mirar para saber que se trataba de Izzy y luego escuche la voz de Ken susurrarle algo.

—Vamos a ver que ocurre.

Dijo una voz que reconocí como la de Yolei.

El cielo del digimundo que normalmente a esa hora estaría de un azul claro y con unas nubes blancas en lo alto, se mostraba de una forma poco usual.

— ¿No es la Aurora Boreal? —Pregunto Sora.

—Imposible —Le respondió Izzy en tono de preocupación— No puede ocurrir eso en este lugar!

—Desde cuando el Digimundo es tan predecible? —Le reprocho Tai— Que yo recuerde, muchas cosas en el Digimundo no funcionan de la misma forma que en nuestro mundo.

—Pero…

—No les parece algo muy romántico? —Pregunto Yolei a Ken, gire a verlos y los vi tomados de las manos.

No fui la única en mirarlos y todos asintieron a sus palabras, al igual que yo.

Veemon estaba al frente del grupo, solo a un paso mas de Agumon, como demostrando quien era el líder, intente buscar a Patamon y lo encontré acostado sobre la cabeza de TK.

—Si, pero… creo que debería investigarlo —Respondió Izzy luego de un rato observando el fenómeno. Y nuevamente empezó a bajar por las escaleras para investigar en su Laptop.

Pensé "¿Tenias que arruinar el momento?" y luego me fije en el rostro de las demás chicas, no era la única.

Poco a poco los Elegidos y sus digimons regresaban a la casa de Gennai hasta que me quede a solas con Veemon y Patamon, bien… este era el momento de la verdad.

Ellos estaban justo detrás de mi, tenia que relajarme pero parecía que eso seria imposible, sentía un manojo de nervios recorrer mi espalda, mi pelaje estaba algo erizado, no mucho pero seguramente luego tendría que acicalarme.

—Bueno… —Comencé dando un suspiro y lentamente voltee a ver a Patamon y luego a Veemon. —Por donde debería comenzar?

—Desde el principio, creo… —respondió Veemon, el cual parecía no entender bien lo que ocurría; como siempre…

—Si, tienes razón… —Le devolví una sonrisa. —Creo que es momento de dejar las cosas claras..

Ninguno se miro, veemon parecía estar recordando algo y patamon me miraba con cara de "continua".

—Si… verán… —Me aclare la garganta. —No soy tonta, se que desde hace mucho ustedes han competido por… —No pude evitar presionar mi mandíbula e hice lo posible por evitar formar una mueca. —Bueno… ser mi pareja.

Finalmente Veemon pareció entender y sonrió y parecía brillarle los ojos.

—Así que… has tomado una decisión? —Pregunto Patamon.

—Si, la he tomado…

La verdad… no del todo, pero no podía dar marcha atrás. Suspire y pensé con detenimiento, mi cabeza estaba llena de dudas, cada vez que pensaba en una posible respuesta, un nuevo pensamiento se venia rápidamente para hacerme pensar todo nuevamente. Tome mi decisión, aun con dudas pero ya no tenia más tiempo.

—Me elegiste a mi? —Me pregunto Veemon, haciendo que pierda la concentración.

—Espera… a eso voy... elegí a…

Nuevamente tuve que pensar y cambie mi decisión.

—No creo. —Hablo patamon mirando a Veemon de frente.

Veemon gruño muy bajo, pero pude escucharlo claramente.

— ¿Porque no? —
—Piensa… si me elige a mí, hará feliz a Kari.

Kari ya es bastante feliz y ella no tenia que formar parte de mi razonamiento para elegir al que estaría a mi lado.

—Además… —Siguió hablando Patamon con una sonrisa llena de confianza. —Eh estado con ella mucho tiempo.

En eso tenia razón, mas que Veemon

—Y… nuestras digievoluciones son muy parecidas.

¿Desde… cuando importa eso? ¿No… porque el estaba tomando en cuenta ese detalle? Solo porque nuestras digievoluciones sean parecidas… eso no me importaba, de hecho… no podía creerme que patamon sea tan… superficial.

Sentí como si algo caliente empezara a recorrerme la espalda.

—Davis también quiere a Kari —Empezó a decir Veemon.

¿Como es que Kari se metió en esto?

—Olvidemos eso. —Dijo Veemon apresuradamente. —También esta la fuerza, soy mas fuerte que tu y Gatomon esta a mi altura.

¿Tu también Veemon eres superficial? En verdad… creen que mis sentimientos se reduzcan a solo a la digievolucion, a la fuerza o de quien sea la pareja de Kari?

—Pero la Digievolucion es mucho más impor—

—BASTA!

Grite a ambos, los cuales se quedaron callados y quietos al instante.

Intente calmarme, tomando aire… pero esa sensación caliente ya estaba extendida por todo mi cuerpo, toda esta mañana lo único que había pensando era en ellos, creí que al menos podían entender mi decisión.

—Creí que luego de todos estos años madurarían un poco! —Hable con los dientes apretados, tanto que me dolía la mandíbula.

Mire a Veemon y me acerque dando un paso hacia delante.

—TU…  —Lo señale y este retrocedió un paso. —Crees que me importa algo… como la fuerza? —pregunte pero no esperaba que respondiera. —Eso, jamás me ha importado, no esperaba que cometieras el mismo error que Davis. Siendo tan superficial, es que acaso, no te di suficientes señas y tiempo para que me comprendieras un POCO mejor?

Dejo a un lado a Veemon y fui hacia Patamon.

—Yo… —Sentí como si algo se destrozara en mi interior. —En verdad creí que eras diferente.  —Cerré los ojos y deje que esa sensación calida guiara mis palabras. —En verdad crees que solo porque nuestras digievolucion son muy parecidas eso nos hace… ideales?

Nuevamente hice una pregunta de la cual no esperaba respuesta.

—Estas muy equivocado, no me importaría salir con un Devimon, pero que al menos me entienda. —Entonces recordé a Kari. —Lo peor es que crees que solo porque Kari y TK se aman nosotros igual deberíamos llevarnos igual. Adivina! Soy diferente a ella. Y ella ya es Bastante Feliz con TK, mi propia felicidad no tiene que ver con ella.


Di un suspiro y les di la espalda ambos, comencé a caminar hacia el Bosque, escuche unos pasos en el suave forraje.

—Ni se les ocurra seguirme. —Les dije a ambos y me obedecieron.

Todo había cambiado en unos instantes, aun podía recordar todo lo que pensé esta mañana y lo mucho que intente razonar para tomar una decisión que podría afectarme toda la vida, solo unas palabras bastaron para llevar todo eso a la basura por un par de Idiotas. Mi cuerpo ardía… necesitaba correr y así lo hice, perdiéndome en la oscuridad del bosque.